En un primer momento, conducir un coche eléctrico era una forma de ayudar al medioambiente y reducir las emisiones de carbono, pero, conforme ha ido avanzando la tecnología, se ha hecho patente que conducir coches eléctricos tiene muchas otras ventajas.
En esta guía, veremos con más detalle las principales ventajas de los coches eléctricos, para que puedas decidir si te interesa adquirir uno.
¿Sabías que conducir un coche eléctrico trae una serie de ventajas económicas? Según un informe de la OCU, cargar los coches eléctricos cuesta de media unos 675 € menos al año que cargar un coche de gasolina. El gasto medio anual en combustible de un coche de gasolina es de unos 1145 € (según datos de 2023 y tomando como referencia los 10 000 km), mientras que la recarga de un coche eléctrico en las mismas condiciones rondaría los 470 €.
Si tienes un coche de combustible, ya sabes que el coste de llenar el depósito sufrió importantes subidas tanto en 2022 como en 2023. De hecho, desde 2020, el coste anual de llenar un coche de gasolina ha aumentado en unos 325 €. A modo de comparación, el coste anual de recargar un coche eléctrico ha aumentado en unos 280 € en el mismo periodo.
El coste anual de viajar en un coche eléctrico es, en definitiva, menos de la mitad del de viajar en uno de gasolina. Se trata de un ahorro importante en el que no solo entra en juego el precio del propio combustible, sino también los costes de los impuestos y seguros asociados. Al conducir un vehículo eléctrico, puedes evitar el aumento de precios cada vez más generalizado que soportan los conductores de coches de gasolina y diésel.
A continuación repasaremos las ventajas económicas de los coches eléctricos, desde unos costes de funcionamiento e impuestos más bajos hasta el acceso a incentivos públicos:
Al producir pocos o cero gases de efecto invernadero, conducir un coche eléctrico contribuye a mejorar la calidad del aire, lo que a su vez podría reducir las enfermedades relacionadas con la contaminación.
Pero los coches eléctricos no solo reducen la contaminación atmosférica, sino que también disminuyen la contaminación acústica, puesto que sus motores son más silenciosos que los de combustión interna. De hecho, cuando circulan a poca velocidad, los vehículos eléctricos prácticamente no hacen ruido, de ahí que la legislación de la UE obligue a los fabricantes a incluir un aviso sonoro a velocidades bajas: al circular a menos de 20 km/h o al dar marcha atrás, el vehículo emite un ligero zumbido para alertar a los transeúntes de su presencia.
Conducir un coche eléctrico también puede resultar muy beneficioso de cara al futuro. Cuantos más conductores abandonen los vehículos de combustión interna y se pasen a los eléctricos, más reduciremos nuestra dependencia de los combustibles fósiles y más disminuirá la extracción y el transporte de petróleo.
Aparte de todas las anteriores, no hay que olvidar las ventajas que ofrecen los coches eléctricos en cuanto a conducción y prestaciones, así que es importante elegir un modelo que se ajuste a tus necesidades.
BYD es pionera en avances tecnológicos en el campo de los coches eléctricos, con modelos totalmente eléctricos, como el BYD Dolphin y el BYD Seal, que incorporan un sistema de bomba de calor de alta eficiencia para mejorar la autonomía de conducción a bajas temperaturas. Estos vehículos eléctricos también incorporan la primera cadena cinemática eléctrica 8 en 1 de fabricación en serie del mundo, que optimiza el espacio interior de los coches y mejora la eficiencia.
El mercado de los coches eléctricos ha cambiado en los últimos años a medida que la tecnología ha ido mejorando y se han ido popularizando. Por eso, tienes muchos modelos y opciones de coches eléctricos donde elegir en función de tus necesidades.
Considera tus hábitos de conducción y tus desplazamientos cotidianos. Esto te será muy útil a la hora de valorar si un coche eléctrico sería una opción práctica y rentable para ti y decidir qué tipo de vehículo eléctrico se ajusta más a tus necesidades.
Las ventajas de los vehículos eléctricos son claras, desde la reducción de las emisiones hasta el menor coste de funcionamiento. En el futuro, seguramente haya más personas cargando el coche que repostando.